Un tema que suele ser popular son los sonidos de fondo relajantes para ayudar a la concentración, o en casos incluso más específicos, sitios que ofrecen música “diseñada” para programar. Pero hay otro extremo más allá de este tipo de sonidos relajantes… el ruido.
Para quienes echan de menos las oficinas hay webs con sonidos de impresoras, ventiladores y compañeros ruidosos, y para quienes extrañan el teletrabajo hay webs que ponen de fondo incluso a vecinos ruidosos o niños llorando. Lo que sea que funcione ¿No? Pues depende, y en el caso de los ingenieros de software, se han hecho algunos experimentos interesantes al respecto.
El efecto del ruido en el rendimiento de los programadores
Un estudio publicado en IEEE Xlplore por varios investigadores de la Universidad de Bari y la Universidad de Basilicata en Italia, junto a un investigador sueco del Instituto de Tecnología de Blekinge, se ha dedicado a investigar el efecto que tiene el ruido sobre el rendimiento de los ingenieros de software.
Para ello realizaron un experimento que fue replicado una vez, y en el que estudiaron sobre el efecto que tiene el ruido sobre a la hora de que un programador intente entender los requerimientos y especificaciones en código fuente, además de arreglar problemas en este.
Los resultados son interesantes porque, aunque sugieren que el ruido no afecta significativamente a la comprensión de las especificaciones de requisitos funcionales, sí afecta significativa y negativamente a la corrección de fallos.
Ahora, hay que destacar que los investigadores especifican que la dificultad para corregir bugs cuándo hay ruido estorbando ocurre si el programador tiene que realizar la tarea en unos 30 minutos, mientras que si la tarea dura unos 60 minutos el impacto negativo se reduce hasta ser casi insignificante.
La conclusión es que la corrección de bugs es más vulnerable al ruido que la comprensión de las especificaciones de los requisitos funcionales del código. Básicamente, si el ingeniero está intentando entender algo el ruido no molesta tanto como si intenta resolver un problema.
Estudios similares apuntan que el ruido también puede afectar las funciones cognitivas y la productividad, y otros hablan incluso de lo poco que en realidad ayudan dispositivos como los auriculares con cancelación de ruido. Para algunos estas cosas pueden parecer una “obviedad”, pero este tipo de estudios ayudan a poner en papel la ciencia detrás de algo que puede ayudar a que se creen políticas para ayudar a los trabajadores a tener mejores condiciones de trabajo, unas en las que no haya que trabajar rodeados de un mar de distracciones sonoras.