Al diseñar muchas veces nos encontramos en situaciones en las que debemos elegir entre priorizar los objetivos comerciales de la empresa con diseños poco éticos o de los usuarios/as de nuestros productos digitales.
La búsqueda de resultados a corto plazo para tu empresa, mediante la manipulación de los usuarios, producirá la pérdida de su confianza en ti, impidiendo que se cree una fidelidad duradera en la marca.
Para comenzar a diseñar una buena experiencia de usuario en un producto digital, es esencial conocer sus necesidades y qué problema podemos resolver. Una vez hayamos empatizado con las personas, podemos comenzar a desarrollar experiencias más positivas, y por lo tanto, relaciones más duraderas.
Carga cognitiva
¿Qué es la carga cognitiva? Se trata del esfuerzo que debe realizar nuestro cerebro al llevar a cabo acciones como el filtrado, procesamiento y almacenaje de información. Este concepto está muy relacionado con la teoría del aprendizaje, de forma que cada vez que interactuamos con nueva información, como por ejemplo una web, el cerebro realiza un proceso mental que debe superar y que le supone un esfuerzo.
Para que los usuarios no abandonen nuestra página web se debe crear un espacio en el que sientan comodidad y que consiga minimizar el trabajo que realizará su cerebro cuando interactúe con nuestro producto.
Barreras cognitivas
Para realizar un diseño adecuado es esencial tener en cuenta los tipos de barreras cognitivas que se deben evitar:
- Barreras en la interpretación. Son aquellas que producen una confusión en el usuario al tratar de comprender los contenidos de la web. Esto genera en él rechazo y enfado, ya que el producto digital estará haciéndole perder el tiempo.
- Barreras para mantener la atención. Una cantidad excesiva de información o una elevada complejidad creará un cansancio excesivo en el usuario y le hará desconectar del contenido de la web.
- Barreras en la comparación de opciones. Ofrecer al consumidor un número excesivo de alternativas supondrá que no encuentre la opción buscada, por lo que le confundirá y producirá un descontento en él.
Una vez vistas las barreras que debes evitar en el diseño de un producto, te daré unas recomendaciones para generar una mayor accesibilidad cognitiva:
En primer lugar, te debes centrar en la funcionalidad, sencillez y concisión de la estructura del producto digital para que el cliente permanezca en tu plataforma y se desplace por ella cómodamente. Ésta debe ser intuitiva, manejable y rápida. Y lo consigues de la siguiente manera:
- Limitando los contenidos y sintetizándolos.
- Agrupando la información y evitando repetir contenidos.
- Resaltando la información más relevante para facilitar la localización y síntesis de los contenidos.
- Organizando los elementos para crear una estructura clara.
- Anulando acciones o pasos repetitivos de forma que se simplifiquen los procesos. Aunque debes eliminar pasos innecesarios, ten cuidado en no confundir al usuario al modificar los procesos. Es importante que comprenda el punto del proceso en el que se encuentra y que no se sienta engañado o confundido.
- Aprovechar los elementos conocidos por el consumidor para reducir el esfuerzo al desenvolverse en el nuevo entorno al reducir su curva de aprendizaje.
- Evitar utilizar elementos muy similares que produzcan resultados completamente diferentes que generen errores en la selección.
El uso del método KISS (keep it simple and stupid o “mantenlo simple y estúpido” en español*)* puede ser muy útil en la creación de tu diseño. Sin embargo, puede resultar más complicado simplificar el diseño sin eliminar funcionalidades cuando trabajamos con altas densidades de información.
- Una vez creada la estructura de la interfaz, debes dotarla de contenido claro, sencillo y comprensible. Para ello:
- Utiliza un lenguaje claro y sencillo. Es importante evitar palabras ambiguas o confusas, ya que produciremos errores en la comprensión y se creará una sensación de engaño.
- Debes tener en cuenta el perfil de tus visitantes, ya que deberá ser un ****lenguaje neutro e inclusivo que se adapte a otros contextos socioculturales.
- Utiliza contenido audiovisual para no perder la atención del usuario. Así aprovechamos otras capacidades sensoriales, reduciendo el tiempo de procesamiento de la información.
- Mantén el interés del usuario durante las esperas, haciéndole partícipe de cómo avanza el proceso en el que se encuentra. Además, si el proceso de espera es muy largo, podemos proporcionar información que resuma lo que ha ocurrido en pasos anteriores.
- Por último, es muy positivo personalizar el producto digital y su contenido para estimular la empatía del usuario y producir una respuesta emocional que active la memoria a largo plazo, de forma que desee repetir su experiencia.
Con estos elementos conseguirás reducir la carga cognitiva de tu producto digital. Sentar estas bases en la creación de una interfaz y actualizarla para adaptarla a las nuevas necesidades, se traducirá en una mayor confianza y fidelidad del usuario.