Retomando lo comentado en este post, y gracias a una charla con amigos hoy les presento el segundo libro que ha cambiado mi vida en los últimos 24 meses, El sutil arte de que te importe un caraj*, de Mark Manson. Como comentara anteriormente este libro es uno de los que han marcado mis últimos años de vida junto con el ya comentado En sólo 20 horas de Josh Kaufman y de alguna forma el libro que lo inicio todo Tiende tu cama y otros pequeños hábitos que cambiarán tu vida y el mundo de William H. McRaven. Aclarar que ninguno de estos libros fue buscado, o su compra planeada son libros que de alguna forma llegaron a mi ya sea por estar a buen precio, lo pintoresco de su titulo o la facilidad de acceder a ellos en formatos digitales. Cualquiera de estos libros se pueden conseguir en las principales tiendas enfocadas a la literatura y claro esta que esto incluye a la mas que conocida Amazon.
¿Y si alguien te dijera que el verdadero camino hacia la satisfacción está en que no te importe nada? Esta es la controversial propuesta de Mark Manson, un reconocido blogger que reúne sus ideas sobre el mundo y nuestras expectativas en el bestseller El sutil arte de que te importe un caraj*.
Mark Manson es un reconocido blogger y emprendedor digital. Apasionado del budismo, Manson ganó popularidad en las redes sociales a partir de escribir un blog sobre las relaciones humanas a través de internet. Casi de manera natural, esto lo llevó a interesase en el comportamiento humano en la época que vivimos, y compararlo con los valores que él había descubierto en muchos años de practicar el budismo.
Manson encontró que estamos expuestos a una infinidad de mensajes que fomentan de manera salvaje la idea de que para ser feliz es necesario buscar constantemente algo más grande, más caro o mejor.
Dicen que la fórmula para realizarse y alcanzar nuestras metas es no parar, siempre estar ocupados, siempre hacer muchas cosas para mejorar en todos los aspectos. Puede ser que a menudo la autoayuda y el éxito vengan juntos, pero eso no significa que sean la misma cosa. El problema es que, si esa búsqueda no está alineada con una estructura de valores personales sólidos, podemos entrar en una espiral sin fin buscando algo que no sabemos si de verdad nos hará felices.
Como Manson nos recuerda, nuestra cultura está obsesionada con aspiraciones irrealmente positivas: sé más feliz, más saludable. Sé el mejor. Sé más listo, rico, popular, admirado y productivo. Pero, como advierte el autor, cuando realmente se analiza nos damos cuenta de que casi todo el material de autoayuda y pensamientos de superación en realidad se concentran en lo que te hace falta. En ese sentido, enfatizan lo que percibes como tus fallas y carencias personales.
Te enseñan a hacer más dinero porque, pues, no tienes suficiente. Aprendes a visualizarte siendo más exitoso porque tú sientes que no lo eres en realidad. Irónicamente, esta fijación en lo positivo, lo que es mejor y superior sólo sirve para recordarte una y otra vez lo que no eres, lo que te falta, lo que te falla.
Todo el mundo quiere que creas que la llave para una buena vida es más y más de todo. Es un bombardeo constante diciendo que debe importarte todo y debes preocuparte por todo. El problema es que preocuparte por todo es malo para tu salud mental. Además, hace que vivas atado a lo superficial y que dediques tu vida a perseguir espejismos de felicidad y satisfacción. Pues no. La clave para una buena vida es el sutil arte de te importe un caraj* tener más. Y que en realidad te importe solamente lo que es verdadero, inmediato e importante.
El sutil arte de que te importe un caraj*: Un enfoque disruptivo para vivir una buena vida es una buena herramienta para reflexionar quién eres, cuáles son tus valores, qué prioridades definen tu manera de vivir y tu capacidad de ser feliz. Es probable que te haga sentir incómodo cuestionar tu vida de esa manera, la buena noticia es que ya estarás en el camino correcto para corregirlas.
Deja de seguir los consejos de todo el mundo, lo que hace feliz a otra persona no te puede hacer feliz a ti. No intentes todo al mismo tiempo, empéñate exclusivamente en descubrir y perseguir qué es importante para ti, qué te define como persona y entonces sí…. que todo lo demás que te importe un caraj*.
El sutil arte… de que te importe lo correcto
He aquí el truco del autor: Debe importarte algo. ¿Qué estás eligiendo que te importe y cómo puedes dejar de preocuparte por lo que al final no tiene importancia?
Cuando decimos “Fulanito quiere tal cosa y no le importa lo demás” no significa que no le interese nada. Al contrario, significa que no le importa la adversidad para alcanzar sus objetivos, que no le importa incomodar a otros para hacer lo que siente que es correcto o importante.
En El sutil arte de que te importe un caraj*, Manson afirma que ese es el camino: afrontar la adversidad, la voluntad de ser diferente, incluso marginado, por los valores que uno posee.
Hacer aquello en lo que crees porque sabes que es lo correcto y es más importante que el orgullo y los obstáculos. Porque, otra verdad, no existe la ausencia de adversidad. No importa lo que hagas o a donde vayas, hay un montón de problemas esperándote. Y eso está muy bien. El punto es no huir de ellos, sino encontrar los que disfrutes enfrentar.
La felicidad es resolver problemas
En la vida los problemas son una constante. Cuando, por ejemplo, resuelves un problema de salud tomando como propósito ejercitarte, creas nuevos problemas como tener que levantarte temprano para hacerlo.
Para resolver el problema de ganarte la vida, debes resolver el problema de encontrar un empleo. Y, tal vez es tu caso, para resolver el problema de la falta de empleos, debes resolver el problema de crear tu propio trabajo. Y cuando tomas el camino del emprendimiento, debes resolver todos los problemas que implica desarrollar tu negocio.
Los problemas nunca paran; simplemente cambian o suben de nivel.
En palabras del autor, la felicidad viene de resolver esos problemas. He ahí la clave. Porque si los evades o sientes que no tienes ninguno, entonces te sentirás miserable. Y si piensas que tienes problemas que no puedes resolver, también te sentirás miserable. El secreto es encontrar, afrontar y resolver problemas, en lugar de no tenerlos.
Para ser felices necesitamos algo que solucionar. Por tanto, la felicidad es una forma de acción, una actividad, y no algo que es concedido pasivamente. No es algo que se descubre mágicamente en listas de pensamientos, con gurús de la autoayuda o coaches, ni en un libro -tampoco en éste-. No aparece mágicamente cuando por fin ganas suficiente dinero o encuentras el trabajo ideal.
La felicidad es un trabajo constante en progreso, así como lo es resolver problemas. Las soluciones a los problemas de hoy serán la base para los problemas de mañana. La verdadera felicidad solo ocurre cuando encuentras los problemas que te apasiona tener y resolver.
Las 5 enseñanzas de: El sutil arte de que te importe un caraj*: Un enfoque disruptivo para vivir una buena vida, de Mark Manson
1.- En la vida, todas las cosas que valen la pena requieren de mucho esfuerzo
¿Ya sabes qué quieres conseguir en la vida y qué es realmente importante para ti? No son preguntas fáciles de contestar, pero tienes que saber que si no te das a la tarea de hacerlo, es muy difícil que seas una persona feliz.
La mayoría de personas intenta escapar de esa responsabilidad diciendo que lo que busca es ser feliz. Eso es un objetivo muy ambiguo, y cuando la meta no es clara es muy difícil alcanzarla.
Otra manera de evadir la necesidad de establecer metas claras, es imaginar que la felicidad se alcanza cuando consigues las cosas que sueñas, como un trabajo mejor, una casa más grande, más viajes, o más posesiones, se resolverán todos los problemas que tienes. Curiosamente, es todo lo contrario, la felicidad es un estilo de vida que nace del esfuerzo de buscar cosas que de verdad son importantes para ti.
Como todas las cosas que valen la pena requieren de un gran esfuerzo, un secreto de la felicidad no es evitar el sufrimiento a toda costa, sino sufrir por las cosas correctas. Las que te importan a ti y a nadie más.
2.- Sin una estructura de valores fuerte es imposible ser feliz
Cada día son más comunes las historias de profesionales que alcanzan lo que la sociedad define como éxito, pero se sienten vacíos por dentro. O quienes sumergidos en las redes sociales no dejan de compararse con alguien más popular. No importa lo que tengas, siempre habrá alguien más alto, fuerte o guapo.
La felicidad no puede fincarse en pretender ser el número uno en algo, porque nunca la vas a conseguir. La felicidad nace de perseguir los sueños que son importantes para ti.
Los sueños que dan sustento a una vida buena y son dignos de ser perseguidos se basan en realidades, contribuyen al progreso de la sociedad y tienen una efecto inmediato.
Tus sueños tienen que ser similares a tus valores y tiene que centrar tu vida a partir de su búsqueda, las personas son definidas por lo que hacen, no por lo que tienen.
3.- Crecer personal y profesionalmente requiere que asumas total responsabilidad de tu vida
Es fácil vivir la vida como una víctima, pretender que cuando una relación no funciona, cuando perdemos el trabajo o caemos en desgracia es culpa de alguien más. Resulta tentador pensar que nunca nos equivocamos, que el mundo entero conspira en nuestra contra y nos obstaculizan la felicidad.
Lamento decirte que no eres tan importante, y pensar de esa manera la único que garantiza es un fracaso detrás de otro. Pensar así quiere decir que eres incapaz de tomar las riendas de tu vida, y en consecuencia, eres incapaz de ser feliz.
Asumir la responsabilidad completa de lo que pasa en tu vida no significa que nunca te equivocas, quiere decir que estás dispuesto a aprender y corregir para que nunca vuelva a pasar.
4.- Quien eres, depende exclusivamente de tus valores y no de las cosas que tienes ni tu trabajo
Imagina que ya tienes la posición que buscabas, que tu sueldo, coche, prestaciones y beneficios son exactamente lo que imaginabas al inicio de tu carrera. Ahora piensa que se presenta la oportunidad de escalar un poco más la escalera corporativa o empezar tu propio negocio. Obviamente cualquiera de las opciones presenta riesgos, si algo sale mal podrías perder lo que ya has ganado. ¿Qué harías?
Las estadísticas dicen que la mayoría de personas no asumen esos riesgos y evitan cualquier posibilidad de perder aquello que -según creen- define quienes son.
Es importante entender que las etiquetas son una ilusión. Rico, pobre, exitoso, feliz, etc., son construcciones mentales que hemos formado a partir de información que alguien más nos compartió, pero nunca definen a una persona de manera integral. Sólo los valores como la búsqueda de la igualdad, fomentar la colaboración, pensar de manera creativa, etc. definen quién eres como persona.
Si te detienes por el miedo a perder lo ganado, es posible que pierdas las mejores oportunidades de la vida, y en ese proceso pierdas tu identidad como profesional.
5.- Es imposible tener una vida perfecta, pero se puede ser feliz si aceptas tus errores y limitaciones
Estoy seguro que, al igual que a mí, te molestan las personas que piensan que lo saben todo. Quien piensa así, no se da cuenta de todo lo que NO sabe.
Todos, en algún momento, hemos sido víctimas de pensar que estamos en lo correcto, cuando puede no ser verdad. Aceptar que se pueden cometer errores y pedir ayuda es un pilar para vivir una vida feliz, lo cual requiere también enfrentar nuestras inseguridades.
Acepta que nadie es bueno en todo ni es dueño de la verdad absoluta. Fomenta el intercambio de ideas, nútrete del conocimiento de alguien más y comparte lo que tú tienes.
La vida no tiene que ser perfecta para ser buena.