Amigos y amigas, bienvenidos a este fascinante artículo. Hoy hablaremos de ChatGPT, la maravillosa herramienta de inteligencia artificial que ha revolucionado el mundo de la generación de texto.
¿Alguna vez te has preguntado quién se lleva los créditos por las genialidades que crea ChatGPT? ¡Pues aquí te lo explicamos!
Según los términos de OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, el derecho, el título y el interés del contenido generado le pertenecen a los usuarios. Sí, amigo, ¡tú eres el dueño del contenido que genera esta maravilla tecnológica!
Pero claro, no es tan fácil como parece. En algunos países y en determinados casos, el creador del prompt podría ser el dueño de los derechos de autor. Pero, ¿quién quiere complicarse la vida con detalles irrelevantes?
La pregunta que muchos se hacen es si una herramienta de inteligencia artificial puede tener derechos de autor. ¡Ja! Parece ser que aún estamos lejos de eso. En Australia, por ejemplo, se establece que una obra debe originarse con un autor humano, así que la IA no tiene derecho a reclamar la autoría de ningún contenido.
Pero, ¿y si en el futuro la IA desarrolla alguna forma de sentiencia? Ahí sí que se va a armar la grande. Los debates sobre la personalidad jurídica de la IA van a desencadenar muchos problemas, incluyendo si se debe considerar a la IA como un autor con fines de derechos de autor. ¡Qué locura!
En cuanto a los modelos de lenguaje a gran escala, otra cuestión importante es si infringen los derechos de autor al acceder a los datos de entrenamiento. Pero no te preocupes, amigo, que aquí la ley nos ampara. En Australia, por ejemplo, existe la excepción de “uso legítimo”, que permite ciertos fines, como la investigación y el estudio. En los Estados Unidos, las excepciones de “uso legítimo” son más amplias, así que no deberíamos tener problemas con eso.
En conclusión, amigos y amigas, el dueño de los derechos de autor del contenido generado por ChatGPT eres tú. Aunque, claro, siempre y cuando cumplas los “criterios de subsistencia” y demuestres que el contenido fue generado con “esfuerzo intelectual independiente”. Pero, ¿quién necesita tanto formalismo? ¡A disfrutar de las genialidades que nos regala ChatGPT sin preocupaciones!