En 1974 el mundo seguía pegado al teléfono y casi nadie sabía lo que era un ordenador, pero visionarios como Vinton Cerf y Bob Kahn ya estaban pensando en cómo interconectar máquinas para que se comunicasen entre ellas.
De aquel esfuerzo nació el protocolo TCP/IP que sigue siendo parte fundamental de la internet que usamos en La Tierra, pero ese protocolo no es demasiado útil en el espacio. Es ahí donde Cerf y la NASA llevan tiempo trabajando en la internet interplanetaria (IPN), una red que tendrá su propio protocolo, llamado DTN o Delay-Tolerant Networking para que en las futuras misiones espaciales sea posible una comunicación más fluida, eficiente y segura.
Paquetes que viajan, esperan y se reenvían en el momento adecuado
El propio Vinton Cerf explicaba en una entrevista reciente en Quanta Magazine cómo “TCP/IP no funciona en distancias interplanetarias, así que hemos diseñado un conjunto de protocolos que sí lo hacen”.
En 2003 Cerf y un equipo de investigadores y desarrolladores crearon el protocolo Delay-Tolerant Networking (DTN) cuya especificaciones se pueden consultar en el sitio web de la IETF (Internet Engineering Task Force).
Esos documentos especifican la propuesta técnica que según Cerf permitirá que las futuras misiones espaciales puedan transmitir y recibir datos de forma más eficiente. Aunque de nuevo se hace uso del intercambio de paquetes —que viajan de origen a destino mediante enroutadores que cambian la dirección en la que los datos se mueven por la red—, hay algunas propiedades que diferencian al protocolo DTN del TCP/IP.
Entre ellas hay una destacada: los nodos pueden almacenar información. Si un paquete de datos viaja de la Tierra a Júpiter y hace uso de un nodo repetidor (relay) en Marte, puede que este repetidor no esté orientado de forma adecuado para retransmitirlo a Júpiter. Lo ideal, explicaba Cerf, es que ese paquete quede ahí almacenado hasta que pueda enviarse de forma óptima a su destino cuando Marte y Júpiter estén alineados.
Precisamente esa tolerancia a retrasos y a disrupciones es lo que define a este tipo de red interplanetaria en la que la infraestructura es muy distinta de la de la Tierra, habitualmente basaba en cables de fibra óptica o redes de datos móviles. En el espacio se usarán también frecuencias de radio, pero Cerf apuntaba en esa entrevista cómo otro método podría involucar el uso de láseres de gran potencia para esas transferencias de datos.
Hay una serie de protocolos agrupados o ‘Bundle Protocols’ en los que se definen todas esas características técnicas de la infraestructura necesaria para poner en marcha una internet interplanetaria, aunque de momento hay varias implementaciones de dicho protocolo.
Así, la del Internet Research Task Force RFC (BPv7) tiene al menos siete implementaciones, y la BPv6 del organismo CCSDS tiene otras tres. Cada implementación hace uso de lenguajes diferentes como C, C++, Python, Java, Go o Rust, y son varios también los esfuerzos de investigación que están trabajando con el protocolo DTN para perfilar esa implementación definitiva que permita usarlo de forma definitiva en las futuras misiones espaciales.
Eso sí, que los astronautas vayan olvidándose de jugar partidas a FPS competitivos como ‘Fortnite’: la enorme latencia lo hará imposible.
Vía | Quanta Magazine
Más información | NASA